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miércoles, 12 de octubre de 2016

La batalla de Algeciras de 1801, o "La he liao parda" siglo XIX edition

Me contaba el otro día un colega muy aficionado a la historia, acerca de una batalla naval que aconteció en la zona del Estrecho de Gibraltar, más concretamente ante las costas de Algeciras, en la noche del 12 al 13 de julio de 1801. Me ha dado por investigarla, y aquí queda mi resumen:



Mediodía del 12 de julio de 1801. 

Una flota de 6 navíos españoles, entre los que destacaban los San Hermenegildo y el Real Carlos, escoltaban a cuatro barcos franceses hacia el puerto de Cádiz, para ser reparados de los daños sufridos en combates durante el anterior mes de junio.



Estos buques de la armada española, eran de los más grandes y potentes, con 112 cañones y 56 metros de eslora, y multitud de batallas libradas.

En estas que los hijos de la Gran Bretaña, desde Gibraltar, decidieron ir a por ellos con una flota de 5 naves, destacando el HMS Superb, de 55 metros de eslora y 74 cañones. 

Alcanzaron a la flotilla franco-española ya en noche cerrada, sin ningún farol encendido y sin luna, como mandan los cánones de la guerra nocturna.

11 de la noche. 

Situado el Superb a estribor del Real Carlos, le disparó una andanada, con la suerte para los ingleses que algunos proyectiles pasaron de largo e impactaron en el San Hermenegildo. 

Rápidamente y sin pensarlo dos veces, contestó al ataque ante lo que tenía más cerca, creyéndolo enemigo. A su vez, el Real Carlos, al verse atacado por ese otro costado, quizá pensando que su atacante había pasado a babor, quiso repeler el ataque. Todo bajo la negra noche... y la noche nos confunde. 




Los ingleses, supongo que incrédulos antes tamaño espectáculo, siguieron a lo suyo, y se dirigieron hacia una presa más adecuada a su tamaño, el Saint-Antoine. 

Volviendo a la absurda batalla fraticida, el Real Carlos comenzó a arder, a lo que el capitán del San Hermenegildo decidió abordar al enemigo para acabar con el asunto, salvo que al encontrarse, cayeron palos de trinquete, incendiandoles a su vez.



Ya habiéndose reconocido, no quedó otra que intentar desenredarse, pero las llamas avanzaron raudas y provocaron explosiones, primero en el San Hermenegildo, y unos 15 minutos después en el Real Carlos. Esto derivó en el hundimiento de ambos.

Cerca de 1.700 hombres fallecieron en aquel triste incidente. Fueron más que las bajas españolas en la propia batalla de Trafalgar, que tendría lugar 4 años más tarde.

262 supervivientes fueron rescatados por el Saint Antoine, que poco después fue apresado por los ingleses.

En el resto de la batalla, quedaron el barco inglés Venerable desarbolado, con 18 muertos y casi un centenar de heridos. El Superb no sufrió bajas mortales. La fragata española Sabina tuvo 5 fallecidos y algunos daños, probablemente debido a restos de las explosiones, ya que navegaba cerca de ellos. De las bajas francesas no se sabe demasiado.

Pero la noche absurder no acabó aquí, ¡que va!

El Saint-Antoine, ya rendido, fue alcanzado por sendas andanadas de los Caesar y Venerable quienes cayeron después en su error.


Fuente con la información muuucho más extendida, para aficionados al tema: http://www.todoababor.es/articulos/des-1801.htm

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